sábado, 5 de enero de 2008

Bastia Umbra: un pequeño centro de interés artístico en el marco de una localidad rica, moderna y activa.

Bastia Umbra es una localidad de unos 20.000 habitantes, situada en la llanura del Monte Subiaso, a unos 5 Km. de Asís y 18 Km. de Perugia, a cuya provincia pertenece.
Bastia es especialmente conocida por el ser el centro de actividades económicas de la muy turística y cercana Asís. De hecho, en esta rica localidad de arraigada tradición agrícola, comercial, industrial y artesanal, se encuentran las magníficas instalaciones oficiales para la celebración de las ferias de la región de Umbría, el "Centro Fieristico Umbriafiere", que funciona durante todo el año, y cuyas importantes exposiciones atraen la presencia de los exponentes de los sectores más diversos de los mercados nacionales e internacionales.

Evidentemente, sus marcadas características comerciales e industriales han conferido a la ciudad una imágen que dista mucho del lirismo de Asís y de una rigurosa conservación del centro histórico - seriamente dañado a raíz del terremoto de 1997 - como, por otra parte, es habitual en muchas de las ciudades de Umbría que mantienen una tradición continuista basada en sus actividades de carácter cultural, docente y artístico, fundamentalmente, motivo por el cual constituyen un objetivo prioritario para los turistas que visitan esta bellísima y carismática región de Italia, así como para los expertos en arte, investigadores, estudiantes y artistas que vienen a residir aquí, algunos por un período determinado de tiempo, mientras que otros no volverán a mirar el calendario salvo para desplazarse ocasionalmente.

Los orígenes de Bastia Umbra se remontan a la civilización romana, quienes la denominaron "Insula Vetus" al estar situada junto a las orillas del río Chiascio, afluente del Tíber, formando un islote. En el siglo VI, la desecación del lago Umber conllevó la construcción de fortificaciones, transformándola en una impresionante fortaleza, motivo por el cual fue objeto de disputa de las cercanas Asís y Perugia, quienes se alternaron su dominio hasta la segunda mitad del siglo XV, cuando pasó a ser un feudo de los Condes de Baglioni, en cuyas manos permaneció hasta el siglo XVII, cuando desapareció esa poderosa estirpe de orígen perusino. A continuación, se integró en los Estados Pontificios, emancipándose de su administración solo cuando se produjo la Unidad de Italia.
De la antigua y majestuosa fortaleza quedan numerosas huellas, además de la espléndida Porta Sant'Angelo, de claro estilo gótico, que es la puerta de entrada mejor conservada del que fuera el Castillo de los Baglioni. La ciudad conserva tambien una serie de iglesias románicas hermosísimas en las que se albergan valiosas obras de arte, como la Iglesia de Santa Croce, de finales del siglo XIII, edificada con la piedra blanca y rosada procedente del Monte Subiaso, en cuyo interior destacan los bellísimos frescos realizados por pintores de la escuela creada por el perusino Bartolomeo Caporali, en el siglo XV, un valiosísimo estandarte realizado por ese enigmático pintor renacentista que fue Bernardino di Mariotto da Perugia, así como un espléndido tríptico, obra del genial e innovador pintor umbro Niccoló Liberatore, nacido en 1432 en la ciudad de Foligno, y apodado extrañamente el "L'Alunno", a causa de un malentendido de Giorgio Vasari con la firma en latín del artista, plasmada en una predela, cuando estaba investigando su obra. Si esos errores ocurrían en épocas en la que el dominio del latín formaba parte del patrimonio cultural de todos los intelectuales y, no obstante, Vasari - el investigador de arte más célebre de la Italia del siglo XVI, además de insigne pintor, escultor y arquitecto- se hizo un lio de aúpa, excuso deciros qué pasaría hoy en día con el latín prácticamente "defenestrado" de las aulas, por no nombrar a las demás lenguas a las que les cabe la consideración de muertas...


El tríptico en cuestión data de 1499, y representa a Dios Padre, rodeado de ángeles, con la Virgen de la Asunción a su derecha y el Arcángel San Gabriel a su izquierda. En los restantes espacios sobresalen las representaciones de la Santísima Virgen con el Niño, de San Sebastián, del Arcángel San Miguel (patrón de la ciudad), además de las pequeñas escenas sacras de la parte inferior, expresadas todas ellas con enorme fuerza y realismo.

De gran interés son, también, la Iglesia de San Michele Arcangelo, del siglo XIII, completamente restuarada a raíz del terremoto de 1997, que se alza en la plaza principal del caso antiguo de la ciudad, y la Iglesia de San Paolo, del siglo XI, situada hoy en día en el cementerio municipal, y que otrora fuera la capilla de un importante monasterio de la orden de San Benito, en el que se refugió Santa Clara, cuando su noble familia supo que había decidido consagrarse a Dios, de acuerdo con las enseñanzas de San Francisco de Asís.

Con lo anterior, quiero decir que si Bastia Umbra se encuentra incluída en los recorridos turísticos, a causa de estar, sobre todo, a pocos minutos de Asís, bien merece detenerse en ella, pasear por su casco antiguo, en el que aún se encuentran muchas callecitas empedradas con edificios antiquisímos y, aprovechar, además, para quedarse a comer, pues se come divinamente y la relación/calidad precio, pese a ser una localidad rica, frecuentada asiduamente por hombres de negocios, está mucho más ajustada que en otras ciudades esencialmente turísticas.

¿Un sitio para comer? En mi opinión, la muy bonita Taverna- Pizzeria "La Gargotta", situada en Via delle Ginestre, 1. La porchetta (cerdo asado en fiambre), típica de Bastia que, además, de las pastas artesanales, las verduras fresquísimas del lugar, las carnes de vacuno de raza chianina y las pizzas constituyen un verdadero lujo para los sentidos.


Sylvia





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