viernes, 25 de enero de 2008

De paseo por Todi.

De nuevo, estoy con vosotros en Todi y me gustaría que, aunque de momento sea solo con el espíritu, me acompañárais a dar un paseo por esta emblemática ciudadela, en el que intentaré conduciros por los mismos lugares que yo he visitado.

Ahora mismo, estáis frente a la colosal Iglesia di Santa Maria della Consolazione, situada en una circunvalación que se encuentra junto al tercer círculo de murallas. Si en este momento no conseguís recordar bien los círculos de murallas que rodean a Todi, volved un instante a la página de ayer y, después, regresad a ésta, por favor. De lo contrario nos vamos a hacer un lío de aúpa y me daría mucha pena que alguien se me perdiera por el camino...

Actualmente, tras prolongados y minuciosos estudios que han llevado a ir descartando a una serie de arquitectos insignes, activos en la Italia central de comienzos del siglo XVI, la autoría de esa iglesia magnífica, de claro estilo basilical romano, considerada como la obra del Renacimiento más importante de toda la región de Umbría, así como una de las más sobresalientes de ese período en Italia, ha recaído casi con total seguridad, nada más ni nada menos, que en Donato d'Angelo Bramante (Urbino, 1444 - Roma, 1514), más conocido solo como Bramante, quien comenzaría su construcción en 1508, con la colaboración, y la sucesión en la dirección de tan magna obra (se concluyó un siglo despúes) , de artistas tan prestigiosos como Cola di Matteucci da Caprarola -nacido en el pueblo del mismo nombre, en la provincia de Viterbo- el sienés Baldassare Peruzzi, el veronés Michele Sanmicheli, el modenés Jacopo Barozzi da Vignola, el perusino Galeazzo Alessi y, finalmente, el orvetense Ippolito Scalza.

La planta renacentista, de crucero griego, cuenta con tres ábsides en polígono y uno en semicírculo. Su extrema luminosidad procede de las 56 ventanas, dispuestas en círculo, que alumbran el interior de la iglesia. La iglesia, desde la imponente cúpula hasta el suelo, alcanza una altura de 70 metros.

Su rico interior alberga, entre otras importantes obras de arte, 12 estatuas de mármol dedicadas a los apóstoles y, otra, del Papa Martín I, nacido en Todi. Sobre el lujoso Altar Mayor, barroco, se encuentra un bellísimo fresco del siglo XV, que representa a la Santisíma Virgen con el Niño, objeto de gran devoción por parte de la ciudadanía de Todi, al atribuírsele varios milagros. Entre ellos, el obrado con un trabajador ciego de un ojo, llamado Iole di Cecco, que al trasladar el fresco a la iglesia del lugar en el que se encontraba originalmente, se disgustó tanto al verlo tan sucio que, espontáneamente, quitó el polvo que se había acumulado encima, para limpiar los rostros de la Virgen y del Niño. El polvillo se le metió en los ojos y, cuando los abrió, había recuperado completamente la vista del ojo inválido.

Subiendo por la Via della Consolazione, se llega al casco antiguo y, en primer lugar, nos encontramos con el Templo o Iglesia de San Fortunato, de la que os hablé en la página de ayer. La entrada a la espléndida iglesia gótica está precedida por unas escalinatas majestuosas y rodeada de jardines. En la cripta está la tumba del célebre poeta místico en lengua vernácula Jacopone da Todi (1230-1306) autor, entre otros poemas, de las famosas "Loas" y del "Stabat Mater". Nacido como Jacopone de Benedetti, en la ciudad de Todi, de familia noble, al quedar viudo, al poco tiempo de casado, repartió todas sus riquezas entre los más pobres y tomó los hábitos franciscanos en la orden terciaria de los "Observantes". Su talante progresista y su integridan moral le llevaron a firmar, en 1297, el famoso "Manifesto de Lunghezza", en el que se pedía la destitución del Papa Bonifacio VIII y la celebración de un concilio. Jacopone da Todi fue excomulgado, procesado y condenado a cadena perpetua. Fue liberado en 1303, tras la muerte de Bonifacio VIII.

Entrando por la Porta Romana y subiendo por Via Matteotti hacia el centro, nos encontramos a la derecha con la Piazza del Mercato Vecchio, donde están los vestigios de una monumental edificación romana, del siglo I a.C., conocida como los "Nicchioni", que al parecer se trata del conjunto de estructuras ornamentadas sobre las que, sucesivamente, se construiría el Foro y, probablemente, un templo frente a él, donde permanecen los restos de un magnífico mosaíco del mismo período.

A continuación de esta plaza se hallan dos iglesias medievales espléndidas. Quiero aclararos que Todi está lleno de iglesias antiquísimas de enorme interés, pero ahora me estoy refiriendo a las que aparecerán ante nuestros ojos en el recorrido que estamos realizando.

La primera que veremos es la Iglesia de San Carlo cuya construcción se remonta, aproximadamente, al siglo X. Lo que si está documentado es que en el año 1249, la iglesia se remodeló y cuatro obispos consagraron el nuevo templo. La fachada es de estilo románico umbro, con cinco denticulados horizontales en forma de corona. Cuenta con un impresionante rosetón central y sobre la entrada hay una luneta ornamentada con un fresco que representa a San Carlos. En otras obras de arte, el interior alberga un fresco imponente atribuído al insigne Giovanni di Pietro "Lo Spagna", así apodado al tratarse de un artista español, alumno destacado del "Perugino", que se estableció definitivamente en Umbría a finales del siglo XV. "Lo Spagna" está considerado como uno de los grandes pintores umbros del Renacimiento. Hoy en día, muchas de sus obras se pueden admirar en los principales museos de Europa.

Muy cerquita, nos encontramos con la Iglesia de Santa Prassede, de fecha incierta de origen, si bien fue completamente reconstruida en el siglo XIV. Es una hermosa iglesia románica con una inconfundible fachada de piedra blanca y roja. Si alguno de vosotros se ha perdido entre las bellezas del recorrido, que nos espere allí, pues ahora, dentro del segundo círculo de murallas, nos disponemos a bajar por la empinada cuesta del Borgo Nuovo, para encontrarnos, a la derecha, con el impresionante conjunto arquitectónico que es el Convento de las Clarisas, originario del siglo XI.

Ahora subimos para ir a la Piazza del Popolo, y, de camino, nos encontramos con el Palazzo del Vignola, que es el impresionante Palacio Episcopal, de finales del siglo XVI, pero se le conoce por el nombre del arquitecto que lo proyectó y condujo las obras, el ilustre Jacopo Barozzi da Vignola. Actualmente, el Palacio es la sede de distintos eventos culturales y artísticos de la ciudad, entre ellos la Feria del Anticuariado de Italia, que se celebra todos los años en Abril. Todi goza de gran prestigio en Italia y en Europa por su actividad en el sector de las antigüedades, contando con un reconocido mercado al aire libre que se expone en domingos alternos, a lo largo de todo el año, en la monumental Piazza del Popolo, también llamada Piazza Maggiore.

Bien, pues ya hemos llegado a la Piazza del Popolo que es el núcleo del centro histórico de Todi y está considerada como una de las plazas medievales más hermosas de Italia.

La plaza, rectangular y muy grande, está rodeada de palacios. Allí se alza también la imponente Catedral de Santa Maria Assunta, situada en una parte en la que hubo una edificación romana de grandes dimensiones.

La Catedral (aquí se llama Duomo) se construyó entre los siglos XII y XIV, sobre los restos de un edificio religioso erigido alrededor del siglo IX. De estilo lombardo, el acceso a la misma está precedido por una escalinata amplia y señorial. La fachada es cuadrada y sus distintas partes están enmarcadas por cornisas y frisos. Tiene tres portalones de entrada, coronados por rosetones. El interior es de planta de cruz latina, con tres naves, además de otra más pequeña, situada a la derecha. Alberga innumerables obras de arte, entre las que destacan: las tablas del siglo XIII que representan, respectivamente, a la "Madonna di Pian di Porto" y "La Crucifixión", ambas de la escuela umbra, y el impresionante "Juicio Universal", obra de finales del XVI del célebre pintor de Faenza (Emilia- Romaña), Ferraù Fenzoni, que está situado en la contrafachada.
De Pietro de Giovanni "Lo Spagna", la Catedral conserva: un fresco, obra del primer tercio del XVI, que representa "La Santísima Trinidad", junto a la pila bautismal, más una serie de tablas situadas en el ábside.
Absolutamente espectacular es el coro de madera noble tallada y con incrustaciones de marquetería, obra del gran escultor umbro del siglo XVI, Sebastiano da Bencivegna.

Atravesando un espléndido pórtico construido por Jacopo Barozzi da Vignola, a la izquierda de la Catedral, nos encontraremos con el Palazzo Vescovile, de finales del XVI, cuyo lujoso interior alberga frescos de Ferraù Fenzoni y de Andrea Polinori, ambos activos entre los siglos XVI y XVII.
Frente al Palazzo Vescovile se encuentra el Palazzo Cesi, de comienzos del XVI, cuyo diseño fue realizado por Antonio da Sangallo "Il Giovane". Dicho palacio, bellísimo, se construyó a instancias de la noble familia Cesi, y en él residieron tres obispos pertenecientes a dicha familia.
Junto a éste se encuentra el Palazzo Atti, espléndido, pero inacabado, que fue la residencia de una de las familias nobles más importantes de Todi.
A la izquierda de la Catedral está el Palazzo del Capitano Popolo, del que ya os hablé en la página de ayer, así como de su magnífica pinacoteca y salas museísticas, especialmente dedicadas a la arqueología etrusca y romana. La pinacoteca, además de una espléndida colección pictórica de entre los siglos XIV y XVI, en la que se conserva una excelsa tabla de nuestro paisano "Lo Spagna": "La Coronación de la Santísima Virgen", alberga también una importante colección de mobiliario religioso, joyas y cerámicas de entre los siglos XIV y XVII.
Para completar la relación de los grandes monumentos que ornamentan la Piazza del Popolo, nos vamos a detener ante el Palazzo dei Priori, al que también hice alusión en la página de ayer. Como ya sabéis, su construcción data de finales del siglo XIII. Cuenta con una torre preciosa, de planta de trapecio, erigida en la segunda mitad del siglo XIV. A comienzos del siglo XVI, el Papa León X mandó adornar su exterior con unas ventanas renacentistas muy bellas que armonizan perfectamente con el estilo medieval de la fachada.

Todi, además de su impresionante belleza, es sede de muchos eventos culturales y artísticos, que se llevan a cabo en la ciudad en distintas épocas del año. Por ejemplo, os aconsejo que no os perdáis el TODIFESTIVAL, un festival de proyección internacional, con conciertos, ballet, teatro y cine, que tiene lugar todos los años durante los meses de Agosto y Septiembre.

¿Una ciudadela medieval que con solo 17.000 habitantes es capaz de comprender y de conservar tanta maravillas?. Pues sí. Desde que conozco Umbría, no me canso de repetir que esta región es un verdadero ejemplo de saber vivir y de saber hacer.

Por cierto, he descubierto en Todi un restaurante muy elegante, construído y decorado en estilo medieval, especializado en cocina tradicional local, en el que sirven verdaderas exquisitices.
Se trata del "Ristorante Jacopone", situado en la Piazzetta Jacopone, 3, justo en el centro de Todi.
Os sugiero que pidáis cualquiera de sus pastas hechas a mano (tagliatelle, strangozzi, gnocchi, etc.) que son sensacionales, y luego sigáis con el plato degustación de carnes a la brasa o con el cabrito al horno de leña. Lógicamente, después de un buen plato de pasta, podeís compartir el segundo. No pidáis dos platos por cabeza, pues las raciones son muy generosas y ¡os podría dar algo!.
Como Todi también pertenece a la "Strada del Vino del Cantico", no se os olvide probar el extraordinario "blanco" que se produce en estas colinas y que goza de gran prestigio en toda Italia: el Doc "Colli Martani Grechetto di Todi".
Si no os pasáis con los vinos, podéis salir por unos 40 € por persona. Eso sí ¡os van a tratar como a obispos!.

Sylvia

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